PARTE II
✮ Los usos de la ira ✮ Audre Lorde
Para las mujeres criadas en el miedo, la ira generalmente amenaza con
la aniquilación. En la construcción masculina de la fuerza bruta, fuimos
educadas para creer que nuestras vidas dependían de la buena voluntad
del poder patriarcal. La ira de lxs otrxs debía ser evitada a todo costo
porque no había nada que aprender de ella más que dolor, una sentencia
de haber sido malas chicas, una carencia, no haber hecho lo que se
suponía que hiciéramos. Y si aceptamos nuestra falta de poder, entonces
por supuesto la ira puede destruirnos.
Toda
mujer tiene guardado un buen arsenal de ira potencialmente útil en
contra de sus opresiones, personales e institucionales, que hicieron
nacer esa ira. Enfocada con precisión puede ser una poderosa fuente de
energía al servicio del progreso y el cambio.
Y cuando hablo de cambio, no quiero decir una simple alternancia de
posiciones o una liberación temporaria de tensiones; tampoco la habilidad
para sonreír o sentirse bien. Estoy hablando de una alteración básica y
radical en aquellas presunciones que subyacen en nuestras vidas.
Pero la ira expresada y traducida en la acción al servicio de nuestra visión y nuestro futuro es un acto liberador y fortalecedor de clarificación, porque es en el doloroso proceso de esta traducción que identificamos quiénes son nuestrxs aliadxs con quienes tenemos graves diferencias, y quiénes son nuestrxs genuinxs enemigxs.
:: fragmentos traducidos por Sara K. :: libro completo en español aquí ::
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